miércoles, 27 de diciembre de 2017

Las Campos

Estoy feliz, esta noche vuelve el reality de "Las Campos". La nueva entrega ha sido rodada en Nueva York y Miami. Por los adelantos que he podido ver en los diferentes medios de comunicación, esta temporada promete tanto o más que las anteriores: Maria Teresa emulando a Audrey Hepburn en la Quinta Avenida con guantes negros, moño, perlas en el cuello, croissant y café en mano. Terelu parándose cada dos por tres en los diferentes puestos de perritos calientes de la gran manzana y Carmen Borrego, en modo diva, haciendo gala de un carácter insoportable sin molestarse en cruzar palabra con el equipo de grabación. Por lo visto a la impopular del clan se le ha subido la poca fama que tiene a la cabeza, aunque con ese palmo y medio de esta estatura y la ristra de carencias intelectuales que ha dejado ver en temporada anteriores tampoco es algo que me pille de sorpresa.


No quiero comentar mucho más sobre uno de los realitys más decantes y divertidos que ha tenido la televisión en los últimos tiempos. Primero quiero esperar para ver a estas tres reinonas de la pantalla en acción y mañana opinaré e interpretaré los hechos basándome en los acontecimientos reales frente a la invención populista de prejuicios y estúpidos escrúpulos moralistas. 


martes, 26 de diciembre de 2017

Profesionales de los medios de comunicación a los que les pondría un altar I

1 Diana Aller: Me declaro fan incondicional de la palabra escrita y el estilo narrativo de esta mujer. La descubrí hace años gracias a su blog "Lo dice Diana Aller", desde entonces no he podido dejar de seguirla allá donde los medios la han llevado. Es inteligente, lista, culta, divertida, interesante, educada y estilosa. Un portento que además de trabajar en una profesión sin horarios, ni orden ni concierto, es madre de dos niños a los que está educando ella solita. Tiene talento, intuición y capacidad artística para los medios como la que más, pero si tengo que decantarme por alguna de sus virtudes ésta sería su personalidad; motor que define su trabajo y la cualidad que hace que se desmarque como pocos saben hacerlo del resto de periodistas y articulistas de opinión. Supongo que la clave de su éxito radica en que no le importa el qué dirán y basa sus críticas en argumentos sólidos y fehacientes para los que siempre tiene una explicación lógica y rigurosa.  Personalmente, le pondría un altar a la entrada de Telecinco a la voz de ya. (Recomiendo tanto su blog personal, Lo dice Diana Aller, especialmente los post en los que habla del parto, la maternidad y la falta de información y el maltrato al que no someten a las mujeres a la hora de parir, tanto como el que posee en el diario El Mundo, "Aquí mando yo"). 


2 Alberto Rey: periodista del Mundo, cuenta con dos blogs "Asesino en serie" en el que disecciona las series de televisión nacionales e internacionales y "Personajazos" donde analiza el "alma" de los personajes del papel couché y los medios de comunicación. Su estilo es mordaz y tierno; sus personajazos son cutres y malos, pero él consigue convencerte para que en el fondo los quieras. 


3 Beatriz Miranda: periodista del Mundo especializada en Moda y Arte Contemporáneo es la autora del blog "Sin noticias de Dior"cuenta con más de 130.000 lectores mensuales que siguen sus comentarios sobre la moda desde un punto de vista ameno y muy divertido. Personalmente, es de las redactoras con las que me divierto leyendo sobre moda y tendencias; básicamente siempre dice la verdad de lo que piensa, coincido con ella en muchos de sus opiniones y pareceres especialmente sobre los personajes que tienen estilo y los que no tienen buen gusto, elegancia y personalidad por más que lo intenten.


4 Pilar Eyre: Es una veterana de la prensa rosa y los entresijos de la Familia Real Española. No tiene pelos en la lengua como el resto de periodistas que engrosan las filas de mi lista. Quizás por eso me gusta tanto, dice la verdad de lo que piensa sobre los personajes del papel couché y de la monarquía sin temor a represalias profesionales. Es una periodista lista, culta, inteligente, divertida, interesante y sarcástica entre otras muchas cosas. Los años al frente de personas de papel y de sangre azul le han procurado una perspectiva aguda y bastante ácida que convierten sus columnas y sus libros en mini relatos e historias llenas de diversión, talento e ingenio. Recomiendo su blog en la revista Lecturas, "No es por maldad". 



5 Gema López: Es conocida por su presencia en programas de crónica social y debate sobre famosos. Actualmente, es una de las colaboradoras estrella de "Sálvame" por su carácter firme, obstinado, sincero y constante para poner a los personajes mediáticos en su sitio sin despeinarse. Es astuta, prudente y muy intuitiva; previene hechos y actuaciones de personajes como pocos de sus compañeros de plató saben hacerlo. Personalmente, es mi colaboradora imprescindible de "Sálvame " junto a Lydia Lozano. 




6 Carmen Rigalt: es una de las putas amas de la prensa escrita española. Podría estar horas hablando sobre sus columnas, sus libros, sus opiniones y pareceres,  y nunca me cansaría. Como profesional es mucha cosas a la vez, pero sobre todo jodidamente divertida. Hace años concedió una entrevista con motivo de la publicación de su libro "Diario de una adicta a casi todo" en la que la definición que dio sobre sí misma me parece sincera, valiente y sobre todo maravillosa como ella: "Soy una jodida catalana racionalista, indolente, cauta, ordenada por dentro y desordenada por fuera, ocurrente pero carente de sentido del humor (me limito a gastar bromas pesadas y ataco a la yugular mientras deslizo una sonrisa; no tiene ninguna gracia, lo sé), susceptible, orgullosa, depresiva, maniática, asquerosamente descreída, asquerosamente responsable, asquerosamente celosa, asquerosamente insegura. Carezco de atractivos físicos y tengo el alma cubierta de nicotina.


A veces también soy lo que no soy. Por ejemplo: osada.
En resumidas cuentas: no sé lo que soy".

lunes, 18 de diciembre de 2017

Samanta Villar

Ayer se sentó en el Chester de Risto Mejide para hablar de maternidad y de prostitución. Bien de polémica. La periodista, madre de mellizos, no se cortó un pelo. Habló alto y claro como siempre. No le importó lo que pensará el resto de sus opiniones. A mí me encantó. Estoy un poco harta del sempiterno discurso de la maternidad y la postergación de las mujeres en su papel de únicas responsables del cuidado de los hijo, y de la prostitución en un solo sentido de aberración y esclavitud.


Lo cierto es que existe mucha gente que, voluntariamente, se prostituye, poniendo a precios desorbitados el polvo (más de 3.000 euros) y que contempla su forma de ganarse la vida como un oficio más de los muchos que existen en este mundo de prejuicios y falacias sociales. Sin embargo, sigue existiendo una gran mayoría empeñada en la idea de que todo aquel que se prostituye lo hace por obligación, bajo coacción. Algo parecido ocurre con la maternidad, se acepta un discurso en un solo sentido, donde sentimientos como desilusión y arrepentimiento no tienen espacio. Son muchos los que intentan acallar las voces de mujeres que se lamentan de haber tenido hijos, que confiesan que si pudieran dar marcha atrás sobre sus pasos, no se convertirían en madres. Es una realidad que está ahí fuera en la calle como otra cualquiera, pero no entiendo muy bien el por qué, una gran parte de la sociedad (especialmente mujeres que son madres) sigue empeñada en negarla, atribuyendo a esas mujeres los carteles de egoístas, frívolas, inmaduras, irresponsables y malas madres.

A mí la verdad que todo me da un poco igual. Pero, me choca que la gente se pille tamaños cabreos por la opinión de una persona a la que ni siquiera conocen. Algo parecido a lo que despierta Samanta entre el público, con sus pensamientos respecto a la maternidad  le sucedió a Juan del Val y Nuria Roca cuando contaron en El Hormiguero (no soporto a Pablo Motos) que tenían una relación abierta. Las redes estallaron contra ellos, criticándolos, cuestionando si realmente estaban siendo sinceros o todo se debía a un tema de marketing para que el último libro de Del Val, Parece Mentira, se vendiese mejor, e incluso algunos usuarios indignados se atrevieron a hacer comentarios sobre sus hijos y su papel como padres. El efecto de sus declaraciones fue bastante surrealista y desmedido. Personalmente, a mi es una pareja que me encanta por muchas razones, pero sobre todo porque viven y dejan vivir.


Lo que no entiendo es el poder de impacto de las declaraciones de personas famosas y populares en el ánimo de los espectadores. He leído críticas que ha recibido Samanta Villar, por atreverse a decir la verdad, que me han hecho mucha gracia, sobre todo porque la gente se toma demasiado en serio algo que ni les va ni les viene, teniendo en cuenta que esos mellizos no son sus hijos y que Samanta no es  ni su pareja ni tampoco su madre. La reacción entre el público es demasiado desproporcionada y muy incoherente. Nos pasamos la vida cabreados, pidiendo verdad a los políticos, a los periodistas, a los famosos,  a nuestra familia, a nuestros amigos y a la sociedad en general, sin embargo (resoplo) cuando nos dan verdad, verdad de la buena, ponemos el grito en el cielo, tachando de desalmada y oportunista su sinceridad.

No veo a Samanta Villar como una madre egoísta, frívola o inmadura, al contrario, creo que es buena madre, pero que lleva muchos meses sin dormir bien, sin comer en condiciones y sin pegarse una ducha con tranquilidad. Si eso no es perder calidad de vida, que venga Dios y lo vea. Negar que durante los dos primeros años de la crianza de un bebé, éstos se quedan con todo el tiempo y que para nosotras solo quedan restos - pequeños minutos de descanso-  es propio de mentes de corto recorrido y bastantes imbéciles. Es cierto que esta dedicación, casi exclusiva, es  algo transitorio y que por tanto pasara, pero mientras lo vives es duro y causa mucha frustración. Una madre no es solo una madre, es más cosas a la vez, tenemos todo el derecho del mundo a desempañar más papeles en la vida que éste y en el caso de Samanta, además de madre puede ser periodista, amante, amiga o hija o lo que a ella le venga en gana.

Al final, de lo que hablo es de respeto, de amplitud de miras, de ver a una persona en su totalidad y no en una única parcela. Las madres que se ofenden tantísimo con las declaraciones de la periodista respecto a la crianza de sus hijos mellizos, me hacen sospechar que se sienten más identificadas con Samanta de lo que están dispuestas a reconocerse a sí misma. Tiene que fastidiar mucho, que haya alguien que le eche un par de narices y se atreva a expresar lo que tú te mueres por confesar.  No se me ocurre nada más razonable para dar explicación a los comentarios que he leído en las redes de muchas usuarias contra la periodista.  Una de dos o se han dado por aludidas, o tienen un serio problema de susceptibilidad que deberían de irse a mirar; no es normal que una madre que confiesa estar agotada después de meses sin dormir y sin hacer nada con un mínimo de tranquilidad, reciba como respuesta por parte de otras madres rabia e indignación en lugar de empatía y comprensión. Habría que hacer un ejercicio de memoria y otro de generosidad: todas las que tenemos hijos, hemos estado en su lugar y sabemos perfectamente de lo que estamos hablando.









miércoles, 13 de diciembre de 2017

¿Por qué lo llaman amor cuando quiere decir sexo?

El martes por la tarde estaba leyendo un artículo de Alberto Rey sobre el "cutre-enlace Boyer-Verdasco" cuando levanté un instante la mirada de la pantalla de mi ipad y me topé con la cara descompuesta de Gustavo González; conocido y respetado paparazzi del corazón. Flanqueado por J.J.Vázquez y Gemma López, el periodista explicaba, entre lagrimas, los motivos de su divorcio después de treinta años de matrimonio y cuatro hijos en común.

El colaborador de "Sálvame" (sí qué pasa veo este tipo de formatos) se sinceraba con sus compañeros de programa (y con la audiencia) y reconocía cómo están viviendo la ruptura del matrimonio él y su familia.  Decía que estaba siendo un momento muy doloroso para todos (frase trillada para hablar de la ruptura de un clan) y que "todo" (el divorcio) era culpa suya..., Hablando claro, confesaba que le había sido "desleal" (adoro cuando alguien emplea este adjetivo para decir de una manera suave y bastante cobarde que ha estado engañando a su pareja acostándose con otras mujeres) y que así se lo había reconocido a su mujer: "no hay historia de amor con final feliz, si hay amor no hay final y si hay final no es feliz. La vida hay que vivirla con ilusión, magia...y a lo mejor yo había perdido esa pasión" (bien de comillas, que quede constancia de que yo no he escrito este tipo de cursiladas). A lo largo de toda su perorata, el paparazzi, sólo tenía buenas palabras para su todavía legalmente mujer, "me gustaría más que ella fuese feliz a mi felicidad (ja, ja), no merece el daño que le he provocado, es una pedazo de mujer", para rematar la faena, añadía " ella dice que ha vivido con un desconocido, tengo la sensación de que he destrozado la vida de una persona maravillosa" (ja, ja). 


A ver (suspiros) es muy difícil ser tolerante y abierta con este tipo de gente cuando sabes que bajo esos ojos de cordero degollado, se esconde un cobarde y un traidor. Me propuse en este blog ni juzgar ni censurar, pero hay actuaciones de según qué tipo de personas, que bien me valen el cartel de  "corta de miras". Cuando lo escuchaba hablar sobre el tipo de relación que había mantenido con su mujer, que podría haber seguido perfectamente viviendo a su lado toda la vida, que es una compañera de viaje estupenda y bla, bla, bla, (zzzz), dijo algo en medio de toda la patraña, que me hizo pensar en los matrimonios y en las uniones de hecho o sin hecho, con hijos o sin hijos. Se me pasó por la mente, una idea de lo que puede significar al final comprometerte con otra persona. Y entonces pensé en las palabras equipo y amistad.

Está claro que pasados los primeros meses, e incluso el primer año, de una relación sentimental, la cosa (las hormonas) se normaliza y empieza una segunda fase entre la pareja, menos apasionante, pero no por ello menos interesante y/o aburrida. De he hecho, en mi opinión, es la mejor parte, es cuando da comienzo la autentica "fiesta" que supone compartir la vida con un perfecto desconocido/a. La confianza (a veces desinhibe incluso más que el alcohol ) da seguridad para mostrarnos a "calzón quitaó" (esto es sin cortarnos un pelo) sin miedo a que el auténtico yo boicoteé la relación y,  el paso del tiempo convierte a ésta en un súper acto de temeridad,  donde todo quedará sujeto a la improvisación aunque parezca muy planeado; si hay un escenario para las sorpresas, ése es el de una familia formada por dos desconocidos.


Como yo lo veo cuando pesa el paso de los años, de la convivencia y de los coñazos varios que suponen vivir acorde a las estrictas normas de una sociedad capitalista (fundamentalmente de familias monoparentales) todo se reduce a una elección entre un eterno verano de juventud o entre muchos días iguales pero diferentes,  al lado de un desconocido que el tiempo y todas las tropelías sentimentales que habéis cometido juntos (léase hipoteca e hijos) ha convertido en un gran mejor amigo con el que no se sabe por qué, pero no da miedo dar saltos al vacío. 

Al final, lo que realmente le dolerá a la mujer de Gustavo Gónzalez (en Sálvame nunca dicen su nombre solo que es una mujer de bandera, expresión que odio con todo mi corazón por cierto) no es el divorcio en sí, ni que se haya ido a vivir "la magia" con una rubia tetona y recauchutada, no. Quizás estamos ante un sentimiento tramposo y primitivo que nos retrotrae a nuestra infancia y/o adolescencia cuando nuestros amigos/as o primeras parejas sentimentales nos rechazaron porque sí o por otro amigo o amiga con el que se lo pasaban mejor que con nosotros. Esta sensación de rechazo, con explicación o sin ella, es un poco lo peor, inevitablemente, durante un tiempo nos hace sentirnos bastante pequeños, tristes e inseguros.

Por eso si a esta sensación tan asquerosa de "valgo paco" o "ella es más joven, más guapa o más rubia que yo" (aunque todo esto sea mentira) le sumamos el súper añadido de que el que ha sido tu compañero de tropelías (de viaje como le gusta decir a los cursis) para decirte que ya no te quiere de la manera en la que lo hacía antes te habla como si fueras una extraña, te trata con condescendencia , despachando treinta años de convivencia con limosna sentimental, no me resulta difícil ponerme en la situación de la todavía mujer de Gustavo para saber que sentirá hacia todo el numerito que está montando el paparazzi. De entrada, yo en su lugar, sentiría rabia e indignación por la bofetada primero a mis sentimientos y segundo a mi inteligencia, pero supongo que lo que más me dolería no es que dejasen de quererme, sino que a la hora de de hacer las cosas (esto es irse de casa para vivir la "magia" con María Lapiedra) no tuviera en cuenta los modos y maneras de hacerlo, sin pensar en los cuatro hijos que tienen en común, el dolor que éstos sentirán cuando vean a su padre por televisión haciendo el rídiculo, llorando con lágrimas de cocodrilo como se suele decir, y confesando todos los años que le fue infiel a su madre con un actriz porno-modelo-escritor- muchas cosas.

A ver a mí María Lapiedra como personaje televisivo me parece lo más, como espectadora nunca podré agradecerle las noches de Sálvame Deluxe tan memorables, tan divertidas, tan de Galdós, tan aluciflipantes que me ha hecho pasar, pero entiendo primero como mujer y segundo como madres que tiene que ser muy doloroso ver sufrir a tus hijos, no poder hacer nada por remediarlo y lo peor de todo, saber que la culpa es de la otra persona con la que los creaste partiendo de lo mejor de vosotros mismos. 



Cuando los Blosg de Maternidad y la Prensa no son una buena combinación

Odio que exista cualquier tipo de soporte físico y/o digital que escriba sobre la condición de madre. Siento mucha rabia e impotencia cuando leo las columnas y los post que versan sobre este tema. No lo puedo remediar. No soporto que nadie se crea con el derecho de decir a otra persona cómo tiene que pensar, cómo tiene que comer o en el caso en del que estoy hablando ¡cómo tiene que criar a sus hijos! Es algo que me supera. Me daría mucha vergüenza tener que exponer mi punto de vista sobre cuál es la mejor manera de educar un niño sano, educado y feliz. Básicamente, porque no la hay; no existe ninguna fórmula que te enseñe a convertir a tus hijos en personas. Partiendo del hecho de que cada individuo es un mundo exclusivo e independiente respecto a los otros, es prácticamente imposible establecer un patrón de conducta para la crianza sujeto a unos principios certeros y preestablecidos. 

Me indigno cuando leo que las madres que escriben estos artículos - ya sean profesionales del medio o simples aficionadas- exponen sus sabiduría respecto a cómo es la manera correcta de educar a un niño como si fueran el Santo Grial de la crianza, sin tener en cuenta ni en consideración las consecuencias de sus opiniones en las lectoras, tanto en las que son madres como en las que no lo son. No sé si deberá a vanidad, ignorancia o aburrimiento pero, en mi opinión, por lo menos en la prensa estos blogs deberían estar prohibidos. Puedo entender que un día se dediqué un artículo a este tema en calidad de anécdota sobre alguna ocurrencia divertida relacionada con los hijos, pero no un blog centrado en la maternidad donde una periodista desvela las claves del secreto del éxito de "su" maternidad. 

Cuando me convertí en madre -hace ahora casi un año- agradecí los consejos que recibí de otras madres después de haberlos pedido, pero he de reconocer que no me sucedió lo mismo con los  pareceres voluntarios y espontáneos. La mayoría de las veces me hicieron daño, me sentí bastante torpe, e incluso en algunos momentos hasta mala madre. Sin embargo, también es cierto que a medida que fueron pasando los meses, los comentarios, tanto de madres como de no madres, empezaron a resbalarme cada día más, poco a poco me fui haciendo con mi hijo hasta llegar a conocerlo mejor que nadie y (suspiros) me di cuenta de que no lo estaba haciendo tan mal. Comprendí que las opiniones son eso, opiniones, que la mejor manera de criar a mi hijo era la mía sencillamente porque soy su madre y nadie lo quiere, lo entiende y lo conoce mejor que yo. 

No creo que existan reglas milagrosas que procuren crianzas optimas. En mi caso por ejemplo, es una cuestión bastante sencilla que se reduce a guiarme por la intuición de haber llevado a ese bebé nueve meses dentro y por la práctica que me procura la experiencia de estar haciéndome cargo de esa persona casi veinticuatro horas al día. A los hijos hay que quererlos bien y mucho, lo demás, son opiniones en unos casos, tonterías y hablar más de cuenta en los otros.

Volviendo al principio de este mi post y como despedida hasta próximas entradas, insisto en que este tipo de contenido en la prensa española no deberían tener cabida, entendiendo un periódico como un medio de comunicación como un elemento de información, formación y entretenimiento. Las opiniones, los pareceres y los métodos trampa de crianza que se queden en las cafeterías y en los patios de vecinos. Hay muchos y muy buenos periodistas en nuestra España cateta pero querida trabajando duro para traernos la realidad de los hechos y/o de los acontecimientos con seriedad, rigor y verdad. Reporteros o columnistas repartidos por redacciones, lugares, espacios y países diferentes que cada día con empeño y trabajo duro intentan arrojar un poco de luz sobre la oscuridad que nos gobierna últimamente.